La Cáritas Parroquial es un grupo de personas voluntarias, presidido por el párroco de cada parroquia eclesiástica, que con el apoyo de diáconos, religiosos (as), seminaristas y laicos se encargan de animar, coordinar, promover, y estimular el testimonio de la caridad en la vida de los miembros de la comunidad para vivir el mandamiento del amor.